2. REDISTRIBUCIÓN: ACCESO VERSUS PROPIEDAD
Dentro de la economía circular, hay un cambio en la distinción entre consumir la cosa -producto o material- y usarla. Los materiales biológicos son materiales que pueden ser devueltos de manera segura al mundo natural después de haber sido usados, donde se descompondrán con el tiempo y liberarán nutrientes esenciales de vuelta al medio ambiente. Los materiales técnicos no pueden volver a entrar en el medio ambiente. Estos materiales, como metales, plásticos y productos químicos sintéticos, deben circular continuamente a través del sistema para que su valor pueda ser capturado y recapturado.
En una economía circular, los materiales biológicos son los únicos que deberían considerarse consumibles, mientras que los materiales técnicos son los que se utilizan. No tiene sentido decir que consumimos nuestras bicicletas y hornos de la misma manera que consumimos alimentos. Nuestra relación con los materiales debe ser vista de manera diferente en una economía circular, para crear una forma de vida más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Esa aparentemente pequeña distinción plantea una nueva pregunta: ¿necesitamos poseer todo para usarlo? Otra pregunta que sigue a esta idea es ¿cuántos objetos poseemos para ese proyecto “único” que necesitábamos hacer?
Los objetos más respetuosos con el medio ambiente son aquellos que se utilizan con frecuencia. El uso frecuente hace que el costo total sea menor, no hay necesidad de producir más del objeto para satisfacer la misma necesidad en el área. Es el acceso a un producto lo que es importante en lugar del producto en sí mismo. La propiedad requiere que se fabrique algo nuevo, mientras que el acceso utiliza lo que ya está hecho.
Esto lleva a la economía de compartir, un concepto bastante nuevo acuñado en la década de 1970. La idea de la economía de compartir se basa en brindar acceso a un producto o recurso a un individuo o empresa por algún tiempo, en la mayoría de los casos haciéndolo más asequible por uso. En la mayoría de los casos, el préstamo del recurso está ayudado por soluciones tecnológicas (un sitio web y/o una aplicación móvil). El objetivo principal de la economía de compartir es conectar a las personas que tienen activos subutilizados con aquellos que quieren usarlos.
Hay dos tipos principales de espacios digitales en la economía compartida: empresas que desarrollaron sus plataformas para dar acceso a artículos y recursos, y plataformas típicas de intercambio donde el propietario del sitio web está allí para ayudar a conectar a los propietarios con una persona que lo necesita. En ambos casos, la plataforma está ahí para conectar al propietario del artículo con el cliente.
Este concepto de alguna manera traslada la responsabilidad del artículo al colectivo.