3. FABRICACIÓN REDISTRIBUTIVA
La fabricación redistribuida (RDM) es un concepto emergente que capta el cambio anticipado en la producción, alejándose de las plantas de fabricación a gran escala hacia unidades de producción más pequeñas, localmente basadas y personalizables, impulsadas en gran medida por las nuevas posibilidades de las tecnologías digitales de producción.
Sin una definición clara, no hay un consenso claro sobre lo que implica la fabricación redistribuida, y aún no se han determinado sus beneficios. El Consejo de Investigación en Ingeniería y Ciencias Físicas la identifica como “fabricación local para comunidades locales capaces de crear productos personalizables o de varias variantes; eficiencia sostenible en el uso de recursos y flexibilidad/agilidad en la producción adecuada para tiempos de rampa cortos”.
Los aspectos característicos de la RDM son:
- Enfoque en las personas: la producción no se basa únicamente en la tecnología y la maquinaria, sino que también se enfoca en las redes locales y las interacciones sociales;
- Acercamiento de la producción a un nivel más local, ya sea a nivel regional, nacional o continental;
- Código abierto, diseño abierto vinculado con el intercambio de prácticas, conocimientos y habilidades. La idea de la apertura trae más innovación e ideas en los espacios de producción y reparación;
- Personalización y adaptación: al estar basada en la producción local, la personalización de los productos es más fácil y la comunicación y el intercambio de ideas no se limitan solo a la comunicación escrita..
Mientras pequeños talleres y empresas comienzan a surgir y operar en este sistema, muchos desafíos y límites impiden la implementación de la fabricación redistribuida y la economía circular en una forma más amplia. Vale la pena señalar que estas limitaciones no son exclusivas de este sistema en particular, sino que reflejan un cuerpo más amplio de conocimientos y barreras para la sostenibilidad en la industria.
El principal desafío para la implementación de la RDM y la economía circular es la escalabilidad, la incertidumbre sobre cómo evolucionar desde la creación de prototipos y la pequeña producción hasta mayores cantidades. Conectado con esto están los problemas de gestión de la cadena de suministro, como las instalaciones para almacenar materiales y productos, y el conocimiento de la gestión de la producción.
Sin embargo, incluso con estos desafíos, las oportunidades y ventajas de la fabricación redistribuida son muy beneficiosas para las comunidades locales y el medio ambiente. La ideología subyacente de apertura y colaboración conduce a compartir las mejores prácticas y herramientas, lo que facilita el logro de objetivos de sostenibilidad en general.