1. DISEÑO SOSTENIBLE: CONCEPTO Y DEFINICIONES
El concepto de diseño sostenible ha sufrido una evolución en cuanto a su concepto y alcance en los últimos años. Durante la década de los 90, se centraba principalmente en el nivel de producto, y surgieron términos como Green Green Design y Eco-design. A finales de los 90, se dio un impulso a los enfoques de desarrollo y surgieron términos como Diseño para la Innovación Social.
La evolución del ámbito muestra la variación desde un enfoque técnico y centrado en el producto (por ejemplo, el ecodiseño), hacia un nivel de sistema a gran escala en el que la sostenibilidad se considera un reto sociotécnico, y desde la creación de un producto a sistemas complejos con muchas interacciones: como el papel de los usuarios, la resiliencia de las comunidades, los aspectos emocionales, etc.
En este sentido, el enfoque de la sostenibilidad también ha pasado de abordar únicamente los aspectos medioambientales, a aspectos socioeconómicos como las condiciones laborales, la mitigación de la pobreza, la integración de las personas débiles y marginadas, la cohesión social, etc. Podemos observar que esto ha ido acompañado de una mayor necesidad de conocimientos de diseño centrados en el ser humano.
Por lo tanto, cuando hablamos de diseño sostenible, no nos referimos únicamente al proceso de fabricación de los productos, ni al impacto medioambiental, sino a cómo podemos diseñar productos teniendo en cuenta los impactos sociales, económicos y medioambientales del ciclo de vida de los productos. Esto debe pensarse considerando las etapas de extracción de materias primas, fabricación, distribución, uso, reciclaje y la eliminación final en el vertedero.
El concepto de diseño sostenible está estrechamente ligado al Día de la Deuda Ecológica, que marca la fecha en la que la humanidad ha utilizado todos los recursos biológicos que la Tierra regenera durante todo el año.
Cada año, esta fecha se adelanta más y más, lo que significa que estamos utilizando más recursos de los que podemos permitirnos. Según los últimos datos del Día de la Deuda Ecológica, en 2022 la población mundial consumirá el equivalente a 1,75 planetas. Uno de los aspectos más importantes para reducir el enorme consumo de recursos es diseñar productos sostenibles, creando productos que minimicen este consumo de recursos a lo largo de todo su ciclo de vida.
Además, en este estudio también se tienen en cuenta los aspectos sociales. Si se analiza el día de superación por país, se puede comprobar que los países más ricos son los que consumen mayores cantidades de recursos. Esto plantea la cuestión de quién tiene que hacer los mayores esfuerzos en la transición ecológica a la que nos enfrentamos en todo el mundo.
Otro aspecto crítico es la competitividad de la producción sostenible y las limitaciones de todo tipo que un actor puede ver para el proceso, ya que la creación de productos sostenibles requiere grandes esfuerzos, que deben ser compartidos entre las diferentes partes interesadas y no sólo para el fabricante.